Un trabajo de alto nivel técnico están desarrollando el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Superintendencia de Servicios Sanitarios (Siss), al interior de la Comisión Gubernamental que tiene a su cargo la concreción del proyecto del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, que busca la construcción de una planta desaladora en Arica.
En ese contexto el fiscal de la Siss, David Peralta y el jefe de la Oficina Regional de la Siss, Honorino Córdova, se reunieron con el secretario regional ministerial de Obras Públicas, Guillermo Beretta, la fiscal regional del MOP, Paula Lepe, y el director regional de Aguas, Waldo Contreras.
El seremi Beretta señaló que el encuentro resultó bastante provechoso para conocer el estado de avance que tiene el proyecto, sus dificultades y las tareas que deben ejecutarse en el corto, mediano y largo plazo, para definir el modelo de negocios que tendrá este proyecto que permitirá hacerlo rentable.
“Este es un compromiso del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera que está en manos de diversos expertos del más alto nivel radicados en distintos ministerios, con el fin de que fructifique en los próximos años. La planta desaladora constituye una alternativa viable pensando en que esta región desértica tiene recursos limitados de agua para satisfacer el consumo de la población y las distintas actividades productivas”, expuso.
El seremi planteó que la reunión con el fiscal de la Siss permitió obtener información de experiencias de desalación que están vigentes en Antofagasta (en operación) y Copiapó (en proyecto). “Hemos tenido a la vista las ventajas y desventajas que tienen ambos sistemas. Con esa información podremos perfeccionar el modelo que pretendemos instalar en Arica, para que el proyecto sea rentable y conveniente para la población”, afirmó Beretta.
Inversión y tarifas
En tanto, el fiscal de la SISS, David Peralta explicó que la intervención de su organización en la formulación de la planta desaladora, es absolutamente pertinente dado que la Siss fiscaliza y tarifica el servicio de agua potable.
“La construcción de una planta desaladora va a influir o determinar de alguna manera el comportamiento sanitario de la ciudad y va a influir en el cobro tarifario que se debe hacer a los consumidores de agua potable. Estas son obras de mayor costo que, evidentemente, van a tener una repercusión. Por lo mismo hay otros servicios que deben pronunciarse, porque por ejemplo, hay subsidios de agua potable que van a tener que verse incrementados. Justamente sobre este tema está centrada la atención del Gobierno, ya que se requerirán más recursos para sostener el sistema”, afirmó.
Peralta dijo que hasta ahora el diseño de este proyecto apunta a considerar un aporte del Estado en la construcción de la infraestructura, para evitar que esta inversión impacte y provoque una fuerte alza en las tarifas.
“Puedo asegurar que este tema está siendo abordado hoy en el más alto nivel del Gobierno. Por cierto, eso va a permitir que encontremos la mejor variable para que este proceso se termine exitosamente. Ciertamente que se cuente con un recurso de manera continua y de buena calidad para la zona, sin duda, es un beneficio para todos los habitantes”, sostuvo la autoridad.