Para verificar cuánto aportan los sedimentos del río San José al borde costero norte, el Ministerio de Obras Públicas (MOP), a través de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), inició un estudio del transporte de estas partículas, el cual -a su vez- servirá para el diseño del futuro Embalse Livílcar en la parte alta del Valle de Azapa, obra que pretende contener temporalmente las aguas para lograr un mejor aprovechamiento de éstas.
Hoy el secretario regional ministerial de Obras Públicas, Jorge Cáceres, junto al director regional de Obras Hidráulicas, Esteban Mena, visitaron el sector donde profesionales del Instituto Nacional de Hidráulicas (INH) efectuarán las mediciones antes y después de la bajada del río. De esta manera se podrá determinar cómo actúan los sedimentos de este escurrimiento superficial en la formación de las playas Las Machas y Chinchorro.
El seremi señaló que este análisis es vital para el cumplimiento del compromiso del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, respecto a la construcción del Embalse Livílcar en la cuenca del valle de Azapa.
“Uno de los aspectos vitales para definir la construcción de esta obra, es establecer cómo interactúan los sedimentos que transporta el río San José con las playas Chinchorro y Las Machas. Por eso es que vamos a hacer mediciones antes y después de una bajada, ya que este contraste nos dirá cuánto aporta el río a la formación constante de la playa y si habrá que aplicar medidas al construir la obra, para no afectar el medioambiente”, expuso la autoridad.
A la vez dijo que este estudio será vital para la evaluación ambiental del proyecto, dado que uno de similares características también fue requisito durante la elaboración del diseño del Embalse Chironta, cuyas obras serán licitadas este año.
El ingeniero geomensor del INH, Víctor Aliaga, quien viajó a Arica a cargo del equipo que hará las mediciones en el borde costero norte, explicó que su trabajo consistirá hacer una dimensión de perfiles de playa y de fondo marino en un rango de 14 kilómetros al norte de la desembocadura del río San José.
“Vamos a tener una medición inicial antes de la bajada del río en esta oportunidad y luego haremos una post bajada. La idea es tener una fotografía inicial de lo que es la zona de playa y ver las diferencias que existen entre una etapa y otra”, indicó.
Cumplido este análisis, el director regional de Obras Hidráulicas, Esteban Mena detalla que se podrá identificar y cuantificar a través de una modelaciones numéricas, el impacto de los sedimentos en el territorio.
“Estamos conscientes de que los sedimentos del río San José, al ser transportados durante sus crecidas, constituyen uno de los componentes que aportan a la formación de las playas en Arica. Esto se evidencia con el retroceso de la playa durante los periodos donde hay ausencia de las bajadas y su recuperación en los periodos cuando el río llega hasta la playa. A partir de esto, en caso de haber un impacto se podrán determinar las medidas de mitigación, compensación o remediación”, precisó Mena.